Aunque el título pueda sugerir lo contrario, no voy a hablar de Campeón, aquel cachorro de perro de raza indeterminada que aquí llamamos ratonero con el que mi padre apareció un día cuando yo tenía seis o siete años y se convirtió en el animal más fiel que he tenido nunca, además de en una inagotable fuente de anécdotas.
Aprovechando que en estos días la Selección española intenta por segunda vez consecutiva hacerse con la copa Confederaciones, lo que pretendo es introducir a un personaje esférico que nació allá por 1982 para convertirse en la mascota del Mundial de Fútbol que ese año se celebraba en España. Sí, se trata de Naranjito, un cítrico ataviado con el uniforme del combinado nacional que se dejó ver en toda clase de merchandising, además de protagonizar su propia serie de dibujos animados acompañado de una pandilla de personajes creados ad hoc.
En 1982, mi hermano tenía poco más de un año, así que le regalaron un tentetieso con la forma de Naranjito. Como yo tenía ya unos cuatro, el mío era algo más pequeño y de escayola esmaltada. Sólo uno logró sobrevivir y llegar hasta nuestros días. Contrariamente a lo que dictaría el sentido común, es el mío. Como puede verse en la foto, se encuentra en (casi) perfecto estado y lo conservo como oro en paño.

Es feo, pero es mi tesooooooooro.