«It’s gonna take a lot to take me away from you
There’s nothing that a hundred men or more could ever do
I bless the rains down in Africa
Gonna take some time to do the things we never have»
Creo que en más de una ocasión ya he mencionado por aquí lo mucho que todavía hoy me gusta escuchar algunas canciones de los años 80, que ya se han convertido en temas imprescindibles en mis recopilatorios de la época. Son canciones por las que no ha pasado el tiempo y que sólo con escucharlas consiguen transportarte a otros momentos, lugares o, incluso mundos nacidos de la fantasía, ya sea intentando salvar a una princesa sin nombre, dentro de un cómic y huyendo de unos motoristas con no muy buenas intenciones o dejándote seducir por el embrujo de África sin necesidad de salir de una biblioteca.
Al fin y al cabo, no se me ocurre un mejor lugar para vivir una aventura imaginaria que un lugar concebido para ser el santuario de los libros y guardián de la fantasía y la sabiduría humanas. Puede que hoy todos esos vídeos musicales nos provoquen una sonrisita de condescendencia, pero también gracias a ellos el poder evocador de esas canciones sigue ahí. Y por muchos años más.
Toto, Africa, 1982.