«Cabalgando en la pasión
Deseo más y más
Deseo más y más
Sí, vamos nena hasta el final»
En apenas unas horas el estadounidense Chris Horner cruzará vestido de rojo la meta de Madrid, coronándose vencedor de la 68 edición de la Vuelta Ciclista a España. Termina la ronda por este año y, con ella, la serie que desde este proyecto nostálgico he querido dedicar a las que fueron sus bandas sonoras durante los años 80. Para despedirnos a lo grande, saltaremos a 1989 —la canción de 1988, a cargo de Serafín Zubiri resultó tan intranscendente como prescindible—, año en el que los resúmenes de la ronda ciclista vibraron al ritmo de La Unión y su Más y más, un auténtico himno que no necesita presentación ni justificación alguna.
La Vuelta Ciclista a España enfila ya su recta final y, con ella, la serie de entradas que estamos dedicando a las canciones que la animaron a lo largo de los años 80. Tras recordar el tema de 1985, hoy nos trasladamos al año 1987, sobre todo porque de la canción de 1986 —el inolvidable Take on me, de a-ha— ya hablamos en su momento. En 1987, como decía, la canción elegida para representar la ronda ciclista española fue Conga, posiblemente el mayor éxito cosechado —o al menos recordado— de la Miami Sound Machine.
De la Miami Sound Machine original, eso sí. Aquella que lideraba Gloria Estefan antes de sufrir un grave accidente y comenzar una también exitosa carrera en solitario. No esa banda de modelos recauchutadas e infausto recuerdo con la que Emilio Estefan quiso resucitar la gallina de los huevos de oro hace ya unos cuantos veranos. Así que no se me confundan.
Durante gran parte de mi vida siempre he tenido a Juan Carlos Ramos Vaquero, más conocido como Iván, como uno de esos artistas a los que indefectiblemente se etiqueta como one-hit wonder, acreedor de una gran popularidad gracias a Sin amor y, sobre todo, su conocida Fotonovela —que, aunque pensaba que sí, aún no se había asomado por aquí—. Sin embargo —o quizá por ello—, un año después de alcanzar el estrellato con ese tema, su voz sirvió para animar a bailar a todos aquellos que siguieron la Vuelta Ciclista de 1985.
Revisitando la canción que sirvió de sintonía a la ronda ciclista, descubro que, si bien sus acordes me suenan y su estribillo me resulta extrañamente familiar, su posible recuerdo en la memoria colectiva ha quedado sepultado bajo el éxito deFotonovela. Así que, me temo, no andaba muy desencaminado al atribuirle la etiqueta de one-hit wonder. Lo es. O casi.
«Sí o no, una de dos,
o bajas tú o subo yo.
Porqué, dime porqué,
juegos de sexo entre tres.
Yo sí, claro que sí,
te quiero solo, solo para mí.»
Continuamos el repaso a los temas que sonaron durante las diferentes ediciones de la Vuelta a España de los años 80 con la escogida para animar los resúmenes de la cita de 1984. En esa ocasión, la elegida fue una canción del entonces muy popular Tino Casal. Aunque a mi juicio no está a la altura de otros de los grandes éxitos del malogrado cantante asturiano, Dios me libre de decir que Pánico en el edén es una mala canción. Es más, está mil veces por encima de algunas de las que han acompañado a La Vuelta en los últimos años.
Solo que, pese a su ritmo, no me provoca ganas de salir a pedalear como un poseso. Algunas de las de las últimas ediciones, en cambio, me invitan a cortarme las venas.
«Con los dedos de una mano,
voy contando los minutos,
voy contando los segundos»
Después del enorme éxito cosechado con el tema de 1982, los responsables de la selección musical de la Vuelta a España decidieron que sería una buena idea que el dúo Azul y Negro repitiese poniendo la banda sonora oficial a la edición del año siguiente. En aquellos momentos el sonido electrónico estaba en pleno auge y la canción fue también un enorme éxito. Sin embargo, visto el título que escogieron para el tema y lo escaso de su letra, se entiende que tardaran diez años en volver a encargarles que interpretaran la canción de la Vuelta, lo que, por cierto, convierte a Azul y Negro en el único grupo que ha logrado colar tres temas oficiales en la competición ciclista.
Pero en aquel momento de fama parece que, los pobres, no tenían tiempo para nada.
1982. Trigésimo séptima edición de la Vuelta Ciclista a España. El dúo tecno Azul y Negro. Me estoy volviendo loco. Con este ritmo no hay quien se resista a las ganas de subirse a la bicicleta y pedalear como un poseso y sin parar, al menos, hasta coronar los Lagos de Covadonga. Puerto que, por cierto, se estrenaría en la edición disputada un año más tarde. Pero eso, mejor, lo dejamos para la próxima entrada.
Las diversas fuentes que recopilan las diferentes canciones que a lo largo de los últimos 36 años han servido de banda sonora a La Vuelta Ciclista a España —Wikipedia y la web de RTVE, básicamente— no terminan de ponerse de acuerdo sobre el tema que corresponde a la edición de 1981. Mi sentido de la fiabilidad, me llevaría a inclinarme por la segunda, pero como no me imagino las conexiones en directo y los resúmenes de etapa amenizados por laDanza de las horas del compositor italiano Amilcare Ponchielli, por una vez y sin que sirva de precedente, me inclinaré por la Wikipedia.
Y es que, fuera o no la canción de La Vuelta de 1981, no puedo resistirme a compartir con ustedes el inclasificable tema musical de Stars On 45, un proyecto musical holandés que se dedicó a versionar grandes éxitos del pop y la música disco durante los primeros 80, en lo que parece ser una versión de La (posterior) Década Prodigiosa, pero en internacional. Algo que, como comprenderán, daba como resultado un producto un tanto cutrillo.
Casi tanto como el vídeo de Stars of 45, un megamix de grandes éxitos que comparte nombre con el grupo y que, siempre según Wikipedia, se convirtió en el tema más escuchado de la cita ciclista española en ese año. Sospecho que la parte escogida sería la pieza que sonaba al principio y final del popurrí —comprenderán que no me acuerde; en 1981 tan solo tenía tres años—, ya que era lo único inédito del tema. A poco que lo escuchen, se darán cuenta de que una versión de la misma vivió un nuevo instante de esplendor hace un par de veranos. Irónico. ¿No les parece?
Hoy arranca la 68 edición de La Vuelta Ciclista a España con una etapa prólogo —siempre me ha encantado esa expresión—, una contrarreloj de 27,4 kilómetros, entre las localidades gallegas de Vilanova de Arousa y Sanxenxo. En los años 80, esta competición se disputaba alrededor del mes de mayo —recuerdo haber seguido intensamente a través de la radio su edición de 1988 mientras me recuperaba, en casa, de la varicela—. Sin embargo, en 1995 la organización del evento decidió cambiarla a finales de agosto y septiembre, decisión que convirtió esta prueba, hasta entonces muy devaluada —de lo que se ha devaluado el ciclismo en general en los últimos años mejor no hablamos— en la segunda más importante del calendario, detrás de un inalcanzable Tour, pero relegando el Giro de Italia a un insulso tercer lugar.
A pesar de esta parrafada, hoy no he venido a hablar de deporte —o lo que quiera que sea el ciclismo, que no lo tengo muy claro—, sino de música. Porque, si algo ha caracterizado a La Vuelta desde 1977 son sus canciones oficiales —y este año mucho me temo que su horrorosa mascota—. Para escribir la entrada de hoy, he estado revisando las canciones que sirvieron de sintonía oficial durante los años 80 y he visto tantos éxitos juntos que soy incapaz de decidirme por uno. Así que, como ya ocurriera con Eurovisión, durante las próximas semanas vamos a tener toda una serie dedicada a las canciones de La Vuelta.
Y, ya que estamos, lo mejor será empezar por el principio: 1980 —aunque en realidad la década que nos ocupa no comienza hasta 1981—, en el que la banda estadounidense Lipps Inc. fue la escogida para amenizar la cita ciclista con su —¿único?— éxitoFunkytown, una canción que, si bien muy pocos podrán decir que no han escuchado nunca, encontrar a alguien que reconozca alguna influencia positiva de este tema en su vida probablemente sea mucho más difícil.
Pero podría ser peor. Suerte tienen de que la pegajosaBorn to be alive del francés Patrick Hernández fuese escogida en 1979.