En 1990, el dúo Azúcar Moreno tuvo la responsabilidad de cerrar una década marcada en lo que a Eurovisión respecta por unos resultados bastante mediocres, con la excepción ya mencionada de Bravo en 1985. A pesar de haber comenzado su actuación con un pequeño tropiezo a causa de un deficiente sonido que hizo que tuviesen que salir por segunda vez al escenario, las hermanas Salazar firmaron una muy merecida quinta posición con Bandido, un pegadizo tema de aires latinos que se convirtió en el pasaporte al éxito para este dúo cuya carrera, por desgracia, parece haber terminado como el rosario de la aurora.
Azúcar Moreno, Bandido, 1990.